domingo, 24 de febrero de 2008

rarezas


La noche se presta brillante como si de neón se tratara.

Casi animal, casi instintiva, con una derivación nutritiva importante que llena las casas de susteno ferroso y atenuaciones telefonicas.

La videocassetera reproduce muda: muda mi muerte, muda tu muerte,

vida ruidosa

rrrrrrrrrrrrrrruidos que dan vida.


A ver quién es el loco que se atreve a romper la noche en pedazos.

¿De quién va a ser el balazo que destroze mi corazón?



Aasdasdjààààààshdoasdklasdklsad


(y esto es todo lo que tengo para decir)

No hay comentarios: